Luego de la crisis política y económica del 2001, el Parque Rivadavia de Buenos Aires fue ocupado en lo que parecía ser una extensión desmedida de su tradicional feria de libros, discos y filatelia. El cerramiento que debió efectuar el Gobierno de la Ciudad para desalojar a las familias y comerciantes que lo ocupaban tuvo como principal excusa la remodelación del parque. La implantación de un vallado publicitario anticipó la instalación de una reja perimetral que, condicionando capacidad y tiempo de uso del parque, se convirtió en el leit motiv de las subsiguientes reformas (muchas en curso) de la gran mayoría de parques y plazas de la ciudad.

La desplaza / Biogeografía del Parque Rivadavia registra diversas excursiones que realicé como un intruso durante el largo lapso en que el parque estuvo sustraído de la vía pública, perdido en un agujero negro espacial, estacionado en un tiempo devenido entrópico. En esta narración no lineal pueden sucederse escenas como la aparición del fantasma de una sirvienta negra degollada en la antigua Quinta Lezica (que ocupó este terreno antes de que existiese un parque); la disputa por un estratégico ombú entre niños coleccionistas de historietas y filatelia; un recital masivo en contra del gatillo fácil policial que terminó en una masacre en la que murió un skinhead; o las negociaciones que tuvo que encarar el escultor del Monumento a Bolívar quien originalmente había diseñado el homenaje para una barranca que mirara el Río de La Plata. Este recorrido de eventos dispersos está guiado por una documentación heterogénea de fotos, dibujos, historietas, documentos, planos, diarios, estampillas, sobrecitos de azúcar y escombros. Un camino que traza la trayectoria funcional que tuvieron estos terrenos desde la formación de la ciudad hasta su cercamiento.

 

After the 2001 argentinian political and economic crisis, Parque Rivadavia in Buenos Aires was wholly occupied by its traditional book, album and stamp collecting market. The city government’s primary excuse for evicting families and merchants to occupied the park was a remodeling project. Before fencing the park in for good, a barrier that served as a support for advertising was put up during the works being held in the park. This became the modus operandi for a series of reforms of most of the city’s parks and squares (many of them still in progress) that condition the hours when they are open.

La desplaza / Biogeografía del Parque Rivadavia (Displacement / Biogeography of Parque Rivadavia) records different visits to the park that I made as a sort of intruder during the long period when the park was out of public circulation; during that time, the park was like a black hole frozen in an entropic time in the city where scenes and images like the following were possible: the local legend of the ghost of an African servant whose throat was cut in the Quinta Lezica (a country home that occupied this terrain before it was a park); the dispute between children who collect comic books and stamps over a strategically placed ombu tree; an enormous concert against police shootings that ended in a massacre in which a skinhead was killed; and the negotiations undertaken by the sculptor of the Monument to Bolívar, who had originally wanted the tribute to be placed on a hill overlooking the Río de La Plata. This collection of disparate events is informed by a heterogeneous group of photographs, drawings, comics, documents, architectural plans, newspapers, stamps and packets of sugar and rubble. It maps out the social and functional course of these terrains from the forming of the city to the fencing in of the most external urban space; a group of phenomena looked from inside an empty park.